Socialización.
El proceso mediante el cual el individuo es absorbido por la cultura de su sociedad”, es decir, se concibe como un proceso educativo donde el individuo recién nacido aprende valores, actitudes, normas y pautas de conducta que la sociedad considera formas apropiadas de comportamiento para dicha sociedad, por eso señalábamos antes, la cultura no la construye el individuo a su libre albedrío, sino es interiorizada la cultura dominante en la sociedad, con las particularidades que el desarrollo histórico de la formación económica y social le impone a través del cambio cultural.
El proceso de socialización es permanente en la sociedad, pues el desarrollo de la base económica, los procesos técnicos de producción, conduce a transformaciones en la superestructura y con ello, transforma los patrones considerados como las maneras apropiadas de comportamiento.
El proceso de socialización inicia cuando el recién nacido entra en contacto con su madre, padre, hermanos, amigos, la escuela y todo el resto de instituciones con que el ser humano se relaciona. El mayor impacto del proceso de socialización ocurre en los primeros años de vida en el cual se configura la personalidad del ser humano, luego el proceso es menos incidente, pues solo va interiorizando los cambios que el desarrollo de la formación económica y social va generando.
Los salvadoreños durante las últimas dos década nos hemos visto influenciados culturalmente por la sociedad estadounidense, debido a las elevadas tasas de emigración que se han tenido al país del norte, pero fundamentalmente a partir de cuando Estados Unidos cambió su política migratoria y empezó a legalizar el estatus migratorio de miles de salvadoreños en ese país y éstos empiezan a viajar con mayor facilidad a su país de origen, ese contacto directo con los salvadoreños que han adquirido patrones de una sociedad mas desarrollada como la de Estados Unidos transforma los patrones tradicionales de comportamiento, especialmente en las zonas rurales de nuestro país.
Estos cambios se expresan en los patrones de consumo —es común encontrar familias en zonas donde ni servicio de energía eléctrica hay consumiendo televisión alimentados por baterías de vehículos y en condiciones de pobreza—, es decir, si bien las remesas familiares permiten cierto nivel de consumo y han contribuido a superar un poco la pobreza en el país, pero el cambio en los patrones de consumo hace que se tengan gastos suntuarios descuidando la salud, vivienda, educación, cambio que se produce a fines de los años ochenta, etc.
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